27 May, 2024
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Oficialmente, la primavera llegó al hemisferio norte el pasado 20 de marzo. El equinoccio de primavera es una realidad, aunque en muchos puntos de España no lo parezca porque el paisaje sea más propio del invernal con un manto blanco recubriendo buen parte del norte peninsular. Lo que nadie puede negar es que los días son más largos, hay más luz solar y las rutinas se ven alteradas. El sol calienta más y apetece tomarse unas cañas en una terraza, así como empezar a practicar deporte con más asiduidad. Para muchos y muchas, este cambio de estación supone el inicio de la ‘operación bikini’. Y es que los más frioleros apuran hasta estas fechas para empezar a salir a correr.
El deporte cobra por tanto más importancia en el día a día y las opciones son múltiples más allá del jogging en un país que con tanta variedad geográfica. Con alrededor de 5978 kilómetros de costa, el surf es una propuesta que gana adeptos a pasos agigantados. Ya sea por el hecho de haberse convertido en olímpico, por el uso comercial que las marcas hacen de él u otros factores que se nos escapan de las manos, pero lo cierto es que el surf vive un ‘boom’ inimaginable hace unas décadas. ¿Quién no tiene ya un amigo, familiar o conocido que lo ha probado? Nosotros, te vamos a dar unas cuantas razones para que le des una oportunidad esta primavera.
Aguas más cálidas
Con la llegada de la primavera, la temperatura del agua sube. En muchos puntos de España, más de uno se da por estas fechas el primer baño del año. El agua está más cálida y el cuerpo pie un remojón. En otras palabras, no da tanta pereza meterse. En lo que al surf respecta, el neopreno actúa como una segunda capa de piel, por lo que el tiempo dentro se puede prolongar sin miedo a sufrir una hipotermia ni nada parecido. De hecho, en contacto movimiento, entre remar, pasar la espuma y tratar de ponerse de pie, se entra en calor desde la primera ola. Es en esta época cuando muchos surfistas aprovechan para cambiar el grosor del neopreno porque el de invierno sobra, signo inequívoco de que se está más a gusto.
Apertura de surfcamps
Durante parte del otoño y todo el invierno, la mayoría de los surfcamps tienen sus puertas cerradas. La temporada comienza para gran parte de este sector en primavera, por lo que es un buen momento para plantearse el irse de viaje por esta vía. Hablamos de la posibilidad de disfrutar con el surf de un campamento para adultos. No hay edad máxima para enrolarse en uno. Basta con ser mayor de edad y tener ganas de experimentar sensaciones nuevas. Si tienes una agenda ocupada en primavera, ten en cuenta que también tienes las opciones de ir de surfcamp en verano e incluso en otoño o en invierno, aunque para los dos últimos casos el número de destinos se reduce a Canarias.
Lugares para surfear en primavera
España es, junto a Portugal, el país europeo con más playas aptas para la práctica del surf. A lo largo de todo el mar Cantábrico, el Mediterráneo y el Atlántico tienes escuelas especializadas en el surf. Bien es cierto que Cantabria, el País Vasco y Canarias son las Comunidades Autónomas con más tradición en el surf y su hermano menor, el bodyboard. No es ninguna casualidad que los ‘riders’, que dominan el circuito nacional y de donde salen la mayoría de los que dan el salto al mundial, provengan de estas zonas. A nivel autonómico, el archipiélago canario tiene como grandes esperanzas de futuro en el surf a Yael Peña y a Melania Suárez, mientras que en el bodyboard Yeray Martínez lleva, por ejemplo, bastantes años compitiendo con los mejores en el circuito profesional.
Posibilidad de coger algo de color
El surf es un deporte en contacto con la naturaleza y agradecido con el cuerpo en todos los sentidos posibles. Al desarrollarse al aire libre permite coger algo de color. Una vez ha acabado nuestra sesión de surf y si el tiempo acompaña, siempre está la opción de tumbarse un rato en la arena y disfrutar del sol con precaución y con precaución nos referimos a un tiempo limitado haciendo uso de un buen protector solar. El sol no aprieta tanto como en verano, por lo que es menos dañino para la piel. Lo cierto es que, aunque hay más escuelas con ofertas para principiantes en primavera, pocos lugares te garantizan con tanta exactitud como Lanzarote y Canarias en general que el tiempo acompañe. Y es que si te desplazas desde un lugar más frío de Europa, lo que te pide el cuerpo es algo de sol y en otros puntos de España no brilla con tanta regularidad.
Canarias goza de un clima subtropical con una media que oscila entre los 18 y los 24ºC durante todo el año. Esa eterna primavera de días soleados, de cielo azul y de temperaturas estables lo convierten en un lugar idílico para vivir y disfrutar de unas vacaciones. Considerado el mejor clima del mundo, tiene propiedades terapéuticas y son muchos los jubilados de diversas nacionalidades los que establecen aquí su residencia para gozar de una mejor calidad de vida.
Oportunidad de ponerse en forma
Hay pocos deportes más agradecidos para el cuerpo que el surf. Los cambios físicos son visibles y evidentes en apenas una semana de campamento, volviéndose la figura más esbelta y tonificándose los músculos en tiempo exprés. No en vano estamos ante uno de los ejercicios más completos que existe. Con la remada, la puesta en pie y las maniobras sobre la ola, se trabajan todos los grupos musculares. Basta con echar un ojo a cualquier surfista local y con tabla de fibra, dar con alguno que luzca una barriga cervecera al estilo alemán o británico es tan complicado como encontrar una aguja en un pajar. Entre el sector masculino abundan las tabletas de chocolate, mientras que en el femenino no hay ni rastro de celulitis.
Aumento de la felicidad y la concentración
El surf se ha convertido en una disciplina terapéutica ante los beneficios demostrados para la salud que aporta. Más allá de ponerte en forma, lleva implícito un bienestar emocional con un aumento de la felicidad y de la concentración, entre otras cosas. Da igual que sea tu primera vez o que lleves toda la vida surfeando, coger una ola produce una sensación indescriptible. Esa liberación de endorfinas aumenta la felicidad y facilita la conciliación del sueño. Paralelamente, es una actividad que mejora la concentración de las personas. Es una actividad que, en contacto con la naturaleza, y dada su complejidad hace que uno se olvide del estrés y de otros problemas asociados al trabajo saliendo como nuevo después de un baño.
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